.

.

sábado, 20 de marzo de 2010

Vintage

“Ahora lo que se lleva es el estilo vintage!!”
Oí decir a una persona, ex minimalista, el otro día.

Estuve a punto de entrometerme y aportar mi opinión para aclarar la situación. Pero me voy haciendo mayor, más cabal o más cobarde…

Y pensé: pobre! que necesidad de simplificar las cosas para entenderlas.

Ahora desde estas líneas voy a tratar de aclarar la situación.

En decoración, me entenderéis enseguida la diferencia con el interiorismo, siempre lo que “se ha llevado” ha sido el buen gusto, y punto.

A partir de ahí son “clasificativos”. Rendijas por las que introducir determinados objetos, aupar a determinados diseñadores o vender determinadas revistas.

El término “vintage”, por lo que sé, inglés, y no francés, ofrece matices que pueden determinar a un objeto.

El reconocimiento de la calidad de un objeto será independiente de cualquier tipo de clasificación. Y ahí entra la objetividad.

No se puede calificar un objeto como vintage por el mero hecho de haber pertenecido a la abuela.
Persona de entrañable carácter pero de dudoso gusto. Reconozcámosle su valentía a haber sobrevivido a una postguerra, a unas carencias económicas y a una falta de cultura estética muy importante.

Ese objeto lo miraremos con más o menos cariño. Lo calificaremos como de “toda la vida en la familia” y punto.

La introducción de elementos recogidos en traperías en vertederos o en emauses tampoco los calificaremos como tales ya que lo único que haremos es encontrar el mueble de “toda la vida” pero de la abuela de otro.

Si nuestra abuela fue una persona adinerada, viajada, educada en Londres o Paris. Aparte de tener una abuela más o menos entrañable habremos tenido la suerte de haber heredado muebles de valor como antigüedad. Pero eso, es otro tema.

Retomando, si te hablan de estilo vintage y te apuntas. Quédate con una pieza que te aporte diseño, que sea de calidad, que tenga su historia, que te llene visualmente, que lo veas con objetividad. Que te acompañe en tu vida. Pero en todo caso respétale su sitio. No lo rodees de más años a su alrededor. No lo agobies necesita aire. Porque si no lo haces lo que conseguirás no será un “estilo vintage” sino un “estilo cuéntame”.